Actualmente podemos encontrar hasta 5 generaciones trabajando en equipo, donde cada una tiene sus propias expectativas, necesidades, valores y estilo de trabajo.
Reconocer y entender esas diferencias ayuda a trabajar juntos de una manera más efectiva. Tenemos una gran oportunidad de tomar lo mejor de esas generaciones para lograr el objetivo de tener una empresa exitosa con riqueza de experiencias dentro del equipo, mayor adaptación y flexibilidad para enfrentar los retos que vienen.
Por un lado tenemos a las personas que cumplieron 70 años o más. Le denominan la Generación Silenciosa. Son muy tradicionales y su experiencia es muy valiosa. El mundo ha cambiado radicalmente y sin embargo, han logrado salir adelante. Son muy leales y dedicados.
También encontramos a los Baby Boomers. Tienen entre 50 y 70 años, les interesan los trabajos que significan un reto, valoran el esfuerzo y el trabajo duro. Prefieren la comunicación personal y frente a frente.
La Generación X tiene entre 30 y 50 años. Valoran los trabajos que ofrecen un buen ingreso, un trabajo flexible e independiente, los motiva el reconocimiento e intentan lograr un balance entre familia y trabajo. Tienen una mayor tendencia a ser emprendedores.
Los Millenials o Generación Y. Tienen entre 20 y 30 años. Buscan trabajos significativos, valoran la flexibilidad, dependen mucho de la tecnología, permanecen siempre conectados, son creativos, requieren estimulación constante, tienden a no permanecer en un mismo trabajo por mucho tiempo.
Aunque prefieren ser emprendedores que empleados, la Generación 2020 recién se están incorporando a la fuerza laboral. Son menores de 20 años, han vivido siempre con Internet, redes sociales y dispositivos móviles, les atraen los trabajos con personas de distintos países.
Con estas diferentes generaciones en un mismo proyecto o espacio de trabajo, las compañías no pueden aferrarse a una administración y liderazgo tradicionales, deben entender las diferencias y reconocer esas características para no perder empleados valiosos.
Por ello es importante mantener el diálogo abierto, tener una comunicación continua para que el equipo trabaje en lograr las metas; motivar la expresión de opiniones y puntos de vista que pueden traer consigo ideas innovadoras, evitar los estereotipos, construir una cultura de aprendizaje continuo, tener programas de mentoring, donde los más jóvenes busquen la experiencia y conocimiento de los mayores, y que éstos a su vez, estén abiertos a nuevas ideas y nuevas tecnologías.